Un segundo.

Se maquillo y se puso su mejor ropa, o mejor dicho, la última opción que tuvo, porque el placard estaba lleno pero sus dudas eran miles, parecía como si su vida la trasladaba a su ropa.
No hacía frío pero tampoco calor, eran esas noches casi ideales, salió de su casa, se subió al auto y esperaba llegar a ese bar que tantas veces supo contenerla cuando las cosas no iban bien. Y en el viaje su celular que sonaba, el "nos vemos?" en la pantalla hizo latir su corazón un poco más de lo común, y si, habían pasado meses desde la última vez, desde esa única vez que se conocieron. "Estoy yendo a un bar, vení" solo supo decir, escondiendo sus ganas de rogarle que llegara ya.
Espero su respuesta, aunque sabía que iba a ser positiva, la espero y llego, si, se iban a ver.
Llego al bar, pago una cerveza y se sentó a esperar, no imagino que después de ese día la vida le iba a cambiar, lo vio entrar y no supo hacer nada, solo abrazarlo. Se sentaron y entre risas la cerveza se iba terminando.
Me tengo que ir, dijo él. Ella sabía que nada iba a ser igual después de ese día.


Escrito por Ayelén Medina.