La piel no nos deja huir.

Escaparse todo el tiempo implica que a donde vayas, llevas una mochila, que aparte de todo lo que queres dejar hay un poquito de uno, y el problema es cuando te cansas de vos mismo, cuando querés alejarte, querés por un segundo salir de ese "traje" de vos y dejarlo a un costado, de mirarlo de lejos y decirle "quedate ahí por un buen rato porque yo no puedo más", o tal vez, lo más realista sería una introspección y todo lo básico, pero hoy voy por lo primero, hoy voy a dejarme a un lado, sacarme el traje de mi y dejarlo descansar. 

Escrito por Ayelén Medina.